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Foto del escritorIna Scan

¿Qué es la muerte cerebral?





La muerte cerebral es un estado de irreversible y total pérdida del encéfalo, se produce generalmente por algún daño masivo del cerebro, que puede ser consecuencia de una encefalopatía hipóxico-isquémica, por un paro cardiorrespiratorio prolongado, por alguna hemorragia masiva, algún traumatismo encefálico extenso, entre otras causas de destrucción encefálica. Es posible mantener la función cardiocirculatoria por unos pocos días más (entre 2 a 3), luego de lo cual inevitablemente se dará una parada cardiocirculatoria, y no se podrá seguir manteniendo al paciente con esa función, así sea con medios artificiales.


La muerte encefálica representa tanto desde el punto de vista legal, como médico, la muerte de la persona. La persona, durante esta muerte, presenta una total arreactividad frente a los estímulos externos. Esto quiere decir, que pierde totalmente la conexión con su entorno. Asimismo, es incapaz de percibir el dolor y tampoco posee sus reflejos craneales. Es decir, si uno ilumina su pupila con una luz, esta no reacciona. El paciente tampoco tiene reflejos a nivel de la estimulación de la garganta, por lo que es incapaz de respirar de forma autónoma, solo puede mantenerse a través de un ventilador mecánico. Sin embargo, pueden estar presentes algunos reflejos espinales, como los reflejos de retirada, que podrían dar la impresión de ser voluntarios aunque solo sean actos en los que no participa el encéfalo.


¿Cómo se diagnostica la muerte cerebral o muerte del encéfalo?


Para hacer el diagnóstico de muerte cerebral, en primer lugar, debe haber evidencia de la presencia de una lesión destructiva del encéfalo. Esto a su vez debe ser corroborado por algún estudio de la imagen encefálica, ya sea una tomografía o resonancia. Frente a esta lesión, debe haber una ausencia de reflejos diagnosticada en el estado clínico del paciente, el cual es generalmente es evaluado por el neurólogo. El paciente debe estar en estado de coma, y arreactivo. El tercer aspecto importante, es corroborar que el paciente efectivamente no puede respirar, para esto se hace el test de Apnea, a cargo del médico intensivista. Ahí se desconecta al paciente del ventilador mecánico, con algunos parámetros específicos para confirmar que el paciente no pueda respirar espontáneamente.


Luego de un periodo de observación variable (desde 6 horas a más), se corrobora que el estado del paciente. En algunas ocasiones, se requieren exámenes auxiliares cuando puede haber algún factor externo, por ejemplo, si el paciente está en efecto de sedación, podría enmascarar la evaluación clínica. En esos casos podría hacerse uso de algunos exámenes complementarios, como un electroencefalograma, o algún examen geográfico de la circulación cerebral.


El diagnóstico de muerte cerebral es importante, ya que representa la muerte de la persona. Esto va a evitar una instrumentalización innecesaria de la misma. Además, la persona en muerte cerebral, es alguien que podría ser candidata a ser un donador de órganos, y beneficiar a otros si es que se realiza este acto. Está comprobado que podría beneficiar a cerca de 70 personas, y mejorar sus calidades de vida o salvarlas.


Para más información sobre procedimientos y enfermedades que pueden ser tratadas y diagnosticadas mediante medicina nuclear te invitamos a que revises nuestro blog.


Recuerda que nuestros estudios de medicina nuclear pueden ayudar a los médicos a CARACTERIZAR tumores y ver en qué medida el cáncer se ha propagado en el cuerpo, además de IDENTIFICAR trastornos NEUROPSIQUIATRICOS. Así que, si necesitas realizarte algún diagnóstico de esta tipología, no dudes en contactarnos.



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