La glándula tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en la base del cuello. Su función principal es segregar una hormona llamada tiroxina. Esta hormona regula una serie de sistemas de nuestro organismo, entre los que se encuentran el sistema cardiovascular, el sistema que regula el sueño, el crecimiento, el metabolismo e incluso el que nos regula el apetito. El balance de esta hormona es fundamental para que nuestro sistema funcione bien. La alteración del peso, dificultad para respirar, manos y pies fríos, piel seca, afectación del estado de ánimo, son señales que llevan al paciente al médico. Usualmente el médico general es el encargado de derivar al paciente al endocrinólogo.
Enfermedades a la glándula tiroides
La glándula tiroides puede enfermar de manera que se altere su tamaño o su función, es decir, la secreción hormonal. Partiendo de estas dos categorías, las enfermedades más frecuentes relacionados con esta glándula son:
Según la alteración del tamaño:
1° Nódulos o quistes: Es el crecimiento anormal en una sola área de la glándula.
2° Bocio multinodular: Es el crecimiento global de la glándula.
Según la secreción hormonal:
1° Hipertiroidismo: se produce más hormona tiroxina de lo que el cuerpo necesita. Esta función hormonal exagerada hace que el paciente sienta palpitaciones, sienta exceso de apetito, sienta que le cuesta dormir o hace que se sienta irritable.
2° Hipotiroidismo: insuficiencia de la hormona tiroxina. El paciente tendrá tendencia a engordar, tendrá tendencia a la depresión y le aumentará el apetito, generando una sensación de malestar constante.
¿Cómo se pueden tratar estas enfermedades?
El tratamiento de las disfunciones de la glándula tiroides dependerá de qué enfermedad se esté abordando. Por un lado, está el tratamiento de las alteraciones estructurales. Es decir, de los nódulos o de los tumores de la glándula tiroides. En estos casos, cuando los tumores son mayores a los tres centímetros, deben ser extirpados por su degeneración maligna e incluso por los síntomas que pueden producir desde el punto de vista respiratorio y digestivo.
Por otro lado, están los tratamientos para las alteraciones funcionales. Si se trata de un hipertiroidismo, se deberá analizar la causa concreta del mismo. Si es por un nódulo, se procederá con una extirpación. Si es por una alteración difusa de toda la glándula se puede tratar con yodo radioactivo o con medicación. Para ello, es muy importante realizar una gammagrafía de la glándula tiroides que permita identificar su estado. Este estudio se realiza de manera muy frecuente dentro de lo que es la medicina nuclear. Si, por otro lado, lo que se tiene es un hipotiroidismo, el tratamiento suele realizarse mediante medicación sin necesidad de ninguna intervención quirúrgica.
¿Cómo cuidar la glándula tiroides?
Se recomienda un aporte diario de 150 microgramos de yodo para mantener la tiroides sana. Por ende no debe faltar alimentos como pescado azul, huevos y mariscos en la dieta. Sin embargo, es importante no abusar de la cantidad antes mencionada dado que, tanto la ingesta excesiva de alimentos ricos en sal yodada, así como la poca ingesta de los mismos es perjudicial. Por ello. es muy importante siempre mantener una dieta balanceada.
Para más información sobre procedimientos y enfermedades que pueden ser tratadas mediante medicina nuclear, te invitamos a que revises nuestro blog.
Recuerda que nuestros estudios de medicina nuclear pueden ayudar a los médicos a encontrar tumores y ver en qué medida el cáncer se ha propagado en el cuerpo, además de detectar trastornos mentales. Así que si necesitas realizarte algún diagnóstico de esta tipología, no dudes en contactarnos.
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